He sido una de las pocas privilegiadas que ha conseguido plaza para mi hijo en el cole que yo quería. Después de muchos disgustos (reclamacion incluida en el propio cole), noches sin dormir, quebraderos de cabeza y muchas conversaciones con mamás en las mismas condiciones, he tenido suerte por una vez en la vida... Veo a un montón de niños sin plaza escolar, quejándose porque les mandan muy lejos, y por una vez me veo fuera de la situación. Es extraño, pero aún así, no puedo evitar sentirme solidaria con todas ellas, yo podía estar en su lugar..
Por otra parte, estoy confundida. Mi situación personal es un tanto caótica, estoy con mi eterna duda de desaparecer de aquí o quedarme, creerme una situación que se puede mejorar, o darme cuenta de una vez por todas que es una ilusión. La persona con la que vivo no tiene ningún tipo de equilibrio mental, y a pesar de que padre e hijo se adoran mutuamente, vivo con la incertidumbre de no saber que es lo mejor para el enano. Aquí puede recibir una buena educación (no dudo que también en cualquier otro sitio, aunque sea diferente), disfruta de nuestra casa y su terraza, la piscina, sus amiguitos. Sigue riendo y aprendiendo con su padre cuando lo vé...
pero ¿y yo?. Sigo sin tener las fuerzas necesarias para romper con todo, a veces me pongo falsas excusas, pero lo que no tengo son fuerzas. Y tengo mucho miedo.
Me está afectando mucho mi siguiente revisión... Se supone que debería saber los resultados en Julio, es cuando me hago todas las pruebas, pero resulta que la cita con el médico me la han dado en Octubre, así que nueva reclamación al Hospital, no puedo vivir en la incertidumbre de no saber si estoy bien, me vuelvo a sentir hipocondriaca... y eso acaba con mis fuerzas..
Una de cal y otra de arena, como todo en mi vida...
Por otra parte, estoy confundida. Mi situación personal es un tanto caótica, estoy con mi eterna duda de desaparecer de aquí o quedarme, creerme una situación que se puede mejorar, o darme cuenta de una vez por todas que es una ilusión. La persona con la que vivo no tiene ningún tipo de equilibrio mental, y a pesar de que padre e hijo se adoran mutuamente, vivo con la incertidumbre de no saber que es lo mejor para el enano. Aquí puede recibir una buena educación (no dudo que también en cualquier otro sitio, aunque sea diferente), disfruta de nuestra casa y su terraza, la piscina, sus amiguitos. Sigue riendo y aprendiendo con su padre cuando lo vé...
pero ¿y yo?. Sigo sin tener las fuerzas necesarias para romper con todo, a veces me pongo falsas excusas, pero lo que no tengo son fuerzas. Y tengo mucho miedo.
Me está afectando mucho mi siguiente revisión... Se supone que debería saber los resultados en Julio, es cuando me hago todas las pruebas, pero resulta que la cita con el médico me la han dado en Octubre, así que nueva reclamación al Hospital, no puedo vivir en la incertidumbre de no saber si estoy bien, me vuelvo a sentir hipocondriaca... y eso acaba con mis fuerzas..
Una de cal y otra de arena, como todo en mi vida...